OAT celebra 5 años como proyecto de participación ciudadana fruto del proceso social de remunicipalización del servicio: «Se escribe agua, se lee democracia!!»
¡Estamos de cumpleaños! Ya hace 5 años que existimos como órgano participativo en Terrassa y también hizo 5 que tenemos una empresa pública para gestionar el agua, TAIGUA. Creo que es un buen momento para agradecer a todas las personas que lo han hecho posible, desde la ciudadanía organizada en la Taula de l’Aigua, que impulsó el proceso, a los servicios técnicos del Ayuntamiento que se encargaron de la compleja transición, una vez aprobada el modelo público en aquel famoso Pleno de julio del 2018.

La gestión pública, recordamos, es condición necesaria pero no suficiente. Es por eso que también hace 5 años creamos OAT, el Observatorio del Agua de Terrassa, un organismo autónomo, que trabaja para garantizar la participación ciudadana, la transparencia y la justicia social y ecosistémica, sin olvidar la sostenibilidad financiera de la empresa, sin la cual nada sería posible.
Para celebrar nuestro 5.º cumpleaños, el día 20 en la Masía Freixa hemos contado con la asistencia de varios ponentes de primer orden. Nos ha acogido en la Masía Freixa la regidora del Agua, la Patricia Reche, y nos ha explicado que se está trabajando activamente para que lo OAT pronto pueda tener una sede, un espacio propio donde desarrollar sus funciones con la dignidad que merece.

El gerente de AEOPAS (Asociación Española de Operadoras Públicos de Abastecimiento y Saneamiento) Luis Babiano ha presentado en nuestra ciudad el “Manual para el diseño e implementación de Observatorios Ciudadanos del Agua”. Hemos tenido, vía streaming, al relator de las NNUU en temas de agua, Pedro Arrojo, que ya estuvo con nosotros cuando conseguir el agua pública en Terrassa todavía era un sueño. Siempre es un placer escucharlo hablar del Derecho Humano al agua, de las funciones prioritarias del agua y de experiencias vividas en todo el mundo. Hemos contado, también, con la presencia de Lluís Basteiro, coordinador de lo AMAP (Asociación de Municipios por el Agua Pública) de la cual Terrassa fue impulsora.

Disponer de un modelo público con un Observatorio nos está permitiendo andar hacia la coproducción de política pública, valorando nuestro lema “Se escribe agua, se lee democracia”, que importamos de la gente del agua de Nápoles. Tenemos el marco que entiende el agua como bien común, a gestionar con visión de justicia social y ecosistémica, teniendo en cuenta la ciudadanía y el conocimiento situado, aprovechando las sinergias que surgen cuando se trabaja en conjunto.

La transición desde un servicio concesionado, que pensaba en términos de beneficio, minimizando las inversiones y que ha dificultado al máximo la municipalización con varias denuncias y procedimientos vía judicial nos han conducido en un momento en que no se podía demorar más en el tiempo una adecuación tarifaria. Tenemos que ser conscientes que el ciclo integral del agua -captación, potabilización, distribución y depuración- tiene unos costes que tenemos que asumir entre todas las personas a través de la tarifa.

Necesitamos invertir en nuevas canalizaciones, progresivamente, y digitalizar el sistema de forma que minimizamos las pérdidas de agua y se pueda tener conocimiento de los consumos de forma inmediata y continua, mejorando la eficiencia. También hay que dotar un fondo social para atender los sectores de población con más dificultades para salir adelante y poder vivir dignamente. Por lo tanto, conseguir un servicio óptimo necesita dinero que salen de las tarifas.

La nueva tarifa de agua que inicia este 2024 tendrá en cuenta el consumo de litros por habitante y día, y es progresiva. La idea es fomentar la conciencia que hay que ahorrar agua y hacer un uso responsable y a la vez recaudar los fondos necesarios para atender las necesidades del sistema, logrando la sostenibilidad de la empresa.

Dicho todo esto, no puedo dejar de explicar que nuestros representantes en el Consejo de Administración de TAIGUA, a pesar de defender la adecuación de tarifas, se abstuvieron en la votación para aprobarlas. El motivo es que desde lo OAT hacía tiempo se pedía participar en la confección de una manera más activa. Habríamos querido un cuarto tramo, entre otros aspectos. Estamos haciendo camino hacia la coproducción de política pública, algo bastante innovador y que todas las partes tenemos que acabar de entender.

Desde OAT tenemos voluntad de sumar y hemos participado, junto con Medio Ambiente y TAIGUA, de las charlas por los distritos para informar de estas nuevas tarifas y hemos implementado un simulador con el cual todo el mundo pueda saber qué pagará. La calculadora pide el número de empadronados  en la vivienda y los metros cúbicos que consumió el último trimestre. Importando que se compruebe que Taigua tiene el dato correcto de las personas que hay empadronadas al domicilio. Puede ocurrir que haya algún error en este periodo de transición en el que hay traslado de la sede de la empresa y se está haciendo un cambio de programas informáticos o que las personas no estén empadronadas donde viven.

A OAT tenemos varios grupos trabajando con rigor y nos gustaría transmitir la idea de corresponsabilidad. Para tener más información sobre el que se hace en los grupos, se puede entrar al web www.oat.cat o contactar con nosotros a info@oat.cat.

Dicho esto, invito la ciudadanía a participar para mejorar como se hacen las cosas. Nadie ha dicho que la tarea sea fácil y menos en tiempo de sequía y dentro de un sistema económico que no cuestiona la capacidad de crecimiento que conduce a la escasez. Quizás no podremos hacer que llueva, pero sí que podemos establecer una gestión de la demanda que priorice las necesidades a cubrir poniendo la vida en el centro y regulando qué actividades económicas habría que reducir.

Sonia Giménez Guzmán
Presidenta del Observatorio del Agua de Terrassa (OAT)