Desde el pasado 1 de febrero del 2024 se declara en Terrassa, igual que a la gran mayoría de las ciudades y pueblos de Cataluña alimentados por las cuencas internas, el estado de emergencia I por sequía hidrológica y como se detalla en el plan de emergencia publicado por la Agencia Catalana del Agua (ACA), se establecen entre otras medidas, 3 estadios, con una dotación máxima de consumo por persona y día en cada caso:

EMERGENCIA I a 200 litros persona y día

EMERGENCIA  II a 180 litros persona y día

EMERGENCIA III a 160 litros persona y día

Por otra parte, se público y se dio a conocer que el consumo doméstico en la ciudad de Terrassa ha disminuido en los últimos años y es inferior a la media de Cataluña. Con los datos consolidados del año 2023 el consumo doméstico en Terrassa es un poco inferior a 100 litros por persona y día. Entonces la pregunta qué se puede hacer la ciudadanía tarrasenca es si, realmente, ¿estamos muy por debajo de la dotación máxima de cualquier de los tres estadios de estado de emergencia y por tanto, si podemos estar relajados sobre esta medida? Y no es bien bien esto, me explico.

La dotación máxima de consumo por persona y día, que explicita el plan de emergencia, hace referencia a todo el volumen de entrada diario del suministro de agua en la red de distribución municipal de agua potable dividido por el número de personas empadronadas en el municipio. Con los datos consolidados del año 2023, este dato en Terrassa es un poco inferior a 180 litros por persona y día, que está por debajo del umbral del estadio de emergencia I, pero si entramos en el estadio II y especialmente en el estadio III, estaremos por sobra de los umbrales, sino continuamos con la concienciación de aumentar el ahorro del consumo de agua y en la mejora de la eficiencia hidráulica de la red de agua.

Y una pregunta que nos podemos hacer es ¿Cómo puede ser que un consumo doméstico de aproximadamente 100 litros hemos pasado a 180 litros dotados en la entrada de la red de Terrassa por persona y día?

Pues la respuesta a esta pregunta tiene varias razones, por una parte, porque el agua potable dotada en la ciudad de Terrassa no es, solo, por los consumidores de los hogares domésticos, sino que también por otros usos del agua, como por ejemplo, por los consumos de tipo industrial, comercial y municipal. Si que es cierto, que el consumo doméstico es el mayoritario, alrededor del 75%, pero no es el único del consumo real de toda el agua suministrada.

Y por otra parte, porque la red de distribución de agua no es estanca y se pierde agua en el subsuelo, son los escapes reales en las más de 500 kilómetros de red de distribución hasta llegar a los hogares, pero también se pierde agua en la red por hurtos de agua y por carencia de calidad de los contadores de agua que, generalmente, cuentan por debajo el consumo real (sub-contado) atribuido en parte a la carencia de sensibilidad en la medida de los contadores actuales. Lógicamente este último razonamiento no se trata de un escape real, pero sí que se considera un escape aparente porque una parte del consumo no queda registrado. Y finalmente, también hay una parte de consumos no registrados que son necesarios por la gestión de la red (limpiezas de depósitos y cañerías en reparación, fuentes de la ciudad y otras). La mesa, propuesta por la International Water Association (IWA), resume estos conceptos, donde se puede ver la diferencia entre agua suministrada y consumo doméstico

En conclusión, se han explicado las razones que justifican las diferencias entre la medida de la dotación máxima en cada municipio en litros por persona y día y el consumo doméstico, que es muy inferior. El esfuerzo de la ciudadanía en Terrassa, y de los sectores industrial y comercial, para ahorrar en el consumo de agua y la mejora de la eficiencia de la red hidráulica por parte de TAIGUA, permiten cumplir con el primer estadio de la emergencia de la sequía, pero habrá que mantener y aumentar la concienciación al incrementar el ahorro del consumo de agua y en la mejora de la eficiencia de la red si, como todo indica, se llega a los estadios II e iII del estado de emergencia.

Y una observación final, solo los pueblos y ciudades que dispongan de tele-contadores, que permiten conocer el consumo del agua de forma continúa, podrán vigilar el consumo diario de las personas abonadas, calibrar el efecto de las medidas de ahorro de agua en el periodo de sequía y  además se los facilita la localización de los escapes de agua. El Plenario del Ayuntamiento de Terrassa aprobó por unanimidad, el mes de marzo del 2022, una propuesta del Observatorio del Agua de Terrassa (OAT) para impulsar la transición digital y la implantación de tele-contadores de agua en toda la ciudad aprovechando las ayudas europeas, y recientemente se ha presentado un proyecto innovador de transición digital y mejora de la eficiencia del ciclo integral del agua para conseguir una ayuda económica del plan estatal PERTE de Agua Digital.

Joseba Quevedo

Catedrático Emérito de la UPC a la ESEIAAT

Miembro de OAT